Ese
que rompió tu carta y al mismo tiempo tu corazón,
Cuando
pasaste cada noche en desvelo,
Escribiendo
lo que no tenía razón,
Sobre
tus sentimientos hacia mí, ese sueño eterno.
Ese
que dibujaba tus sonrisas y llorabas de emoción,
Porque
a pesar de tanto consentimiento,
Siempre
estaba asombrado por tu noble corazón,
Que
sin pensarlo tantas veces creaba tu sufrimiento.
Ese
que un día te dijo que esperases a las 8:45 p.m.
Y
llegaba a las 11:59 p.m. porque simplemente le daba la gana,
Al
que esperabas con la misma emoción y ahínco,
Sin
darte cuenta lo mucho que te importaba.
Ese
que cuando fuiste feliz por haber logrado algo,
Sólo
te dijo: ¡Al fin lo lograste! Y dirigió su mirada a algo más importante,
Que
no vivió tus emociones de la misma forma, ese sabor amargo,
Y
secabas tus lágrimas para no hacerle sentir culpable.
Ese
que hizo que te vayas de vuelta a casa,
Pero
sin nadie a tu lado, un eterno no,
Y
no volvió en la madrugada para buscarte por la mañana,
Ya
no soy el de antes, él no soy yo.
Autor Original: Nior Nathán